La Dependencia que Libera

 La dependencia hacia algo o alguien que no es Dios esclaviza, más la dependencia de Dios nos libera

Les voy a narrar esta historia sobre alguien que dependía de todo, menos en lo importante que es Dios...

María es una joven de 26 años que tiene un trabajo, dos amigas y un novio, ella es cristiana desde hace más de 5 años, pero ella solo es oidora de la palabra mas no hacedora ¿Por qué lo digo ?, ya verás.

Ella tiene problemas económicos y en su trabajo hay una posición por la cual ella está aspirando , porque cree que de esa manera va a resolver sus problemas económicos y lo que ella hace es trabajar tan pero tan duro, que se ha alejado de su grupo de la iglesia y sobretodo, de Dios, en vez de acudir a Él se ha hecho esclava del trabajo. No obstante, tiene un novio desde hace 2 años y cree que de la única manera en la cual estará feliz y plena es con él , por eso el tiempo que le queda cuando sale del trabajo se lo dedica a él en vez de a Dios ( un dato, ella estaba desesperada por encontrar pareja, que el primero que mostró interés en ella le dijo que si por miedo a quedarse sola) y por último, los sábados ella tiene una maestría y las amigas que tiene son de ahí. María se pierde de muchas oportunidades porque si sus amigas no lo hacen ella tampoco , la semana pasada había un compartir y ella tenía deseo de ir, pero como sus amigas no iban ella no se sentía segura de ir sin ellas , algo parecido pasó también cuando se le presentó una oportunidad muy grande , pero no supo qué decisión tomar porque no estaban sus amigas para decirle qué le convenía y Maria no es capaz de tomar decisiones sin sus amigas .

¿Te diste cuenta de los tres errores que cometió María?

1ero- Buscar las añadiduras en vez del reino de Dios y poner su enfoque en el trabajo,convirtiéndose en esclava de el.

Si nos vamos a la palabra ¿Qué Dios nos dice?

Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Salmos 37:4
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.

-Es entendible que tengamos deseos de superarnos , de mejorar nuestra fuente de ingresos o de adquirir un bien , pero si le dedicamos más tiempo a buscar esas cosas; sin darnos cuenta vamos echando a Dios a un lado y quitandolo de nuestro centro.

2do- Creer que las personas la completan, que solo es feliz o plena cuando consigue una pareja.

Es normal querer en algún momento de tu vida encontrar a esa persona con la cual quieres estar el resto de tu vida, pero lo malo es, cuando lo haces para sentirte completo o completa. Cuando piensas que tu mayor logro es no quedarte solter@. Eso es un grave error, recuerda que Jesús es quien nos completa y que el mayor logro de nuestras vidas es tener nuestros nombres inscritos en el libro de la vida.

3ero- Pensar que solo puede lograr sus metas o tomar buenas decisiones a través de otras personas, que ella sin sus amigas no es nadie.  

Las relaciones interpersonales son muy buenas, porque ayudan a nuestra salud mental, es una red de apoyo, crecemos como personas, entre otros beneficios. Pero cuando generamos apego hacia nuestras amistades , sin darnos cuenta , el timón de nuestra vida se lo damos a estas en vez de a Dios, quien es el que nos ayuda a ir por el buen camino y a tomar buenas decisiones.

Dios es más que suficiente en tu vida, si vas a depender de alguien , que sea únicamente de Él, que esa es la única dependencia que trae buenos resultados y te ayuda como persona. No te limita ni te hace débil , ni mucho menos incapaz, sino todo lo contrario.

NOTA FINAL:

Es normal querer tener un buen estatus, una pareja y amigos en esta vida, pero cuando esas cosas y personas roban el lugar que le pertenece a Dios , nos volvemos esclavos de este mundo terrenal y pasajero haciendo que nos olvidemos que nuestra ciudadanía es del cielo y simplemente somos pasajeros en esta vida.

Dios se preocupa por ti y sabe todo lo que necesitas, confía en Él y entrégale todos tus sueños, porque tu le importas y Él conforme a su voluntad lo va a cumplir. Deléitate en Él y confía así como un niño lo hace con sus padres, porque Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?




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